Seguro que en alguna ocasión te ha ocurrido que estabas tan tranquilo y de pronto te tiembla el párpado. Es un temblor que puede se de mayor o menor intensidad y de una duración variable, es decir, lo mismo te tiembla unos segundos que lo mismo se tira varios minutos e incluso horas temblando.

Cuando te tiembla el párpado de forma involuntaria, lo llamamos blefaroespasmo, ya que blefaro por su significado en latín es el prefijo empleado en medicina para todo lo relativo al párpado. Así por ejemplo, la cirugía plástica de párpado se denomina blefaroplastia.

Por lo general, suele ser el párpado inferior el que tiembla, si bien el de arriba también puede ser el que tenga los espasmos. Estadísticamente afecta en mayor medida a las mujeres de cuarenta y cincuenta años.

Por qué tiembla el párpado

El por qué tiembla el párpado puede tener varias explicaciones, lo que ocurre básicamente es que el músculo orbicular comienza a tener espasmos de forma repetida, y esto puede suceder cuando parpadeamos de forma excesiva, o bien como consecuencia del cansancio, la falta de sueño, una mala hidratación o alimentación, el exceso de cafeína o por el estrés.

No obstante, si te tiembla el párpado no debes preocuparte, en la mayoría de los casos sucede sin más, sin explicación, porque nuestro cuerpo no es perfecto y en ocasiones descontrola un poco. Por tanto tampoco hay un tratamiento, tal como aparece, desaparece.

Lo más probable es que el médico te recomiende descansar, dormir más horas, usar lágrimas artificiales para lubricar bien los ojos y tratar de tomar las cosas con calma para reducir el estrés.

Me tiembla el párpado sin parar

Un caso diferente sería cuando tiembla el párpado sin parar, durante horas e incluso días. En estos casos si conviene consultar con el médico, ya que puede dar lugar a una ceguera funcional, o estar relacionado con alguna enfermedad rara.

botox para blefaroespasmo

En casos de blefaroespasmo grave, se plantea la posibilidad extirpar parte de los músculos encargados del cierre de los párpados o algunas ramificaciones del nervio facial. Otra solución menos invasiva es inyectar pequeñas cantidades de botox para aliviar los espasmos, ya que la botulina consigue disminuir la transmisión de impulsos eléctricos a los músculos.