Queratitis por Acanthamoeba

Queratitis por Acanthamoeba

¿Has oido hablar de la acanthamoeba o te preocupa este parásito? Con la llegada del verano mucha gente disfruta en la pozas, albercas, piscinas, pantanos, ríos o lagos para refrescarse. Cuando el calor aprieta sin duda es una buena idea darse un chapuzón, pero también conviene conocer los riesgos y las medidas de precaución para no sufrir una queratitis por Acanthamoeba.

Como su nombre indica, se trata de una ameba, un tipo de organismo unicelular que podemos observar con microscopio. Las amebas se alimentan principalmente de bacterias, algas y otros pequeños organismos. Se reproducen mediante la división celular, lo que les permite multiplicarse y colonizar diferentes ambientes. Es decir, que se pueden instalar y reproducir en una superficie húmeda como la córnea del ojo.

Si bien la mayoría de las amebas son inofensivas para los seres humanos, algunas especies como la Acanthamoeba pueden causar enfermedades. Vamos a explicar cómo se produce la infección y cómo podemos prevenirla, así como cuáles son los síntomas y el tratamiento.

¿Qué es la Queratitis Acanthamoeba?

La queratitis es una inflamación de la córnea, la capa transparente y delgada en la parte frontal del ojo. En esta ocasión provocada por una infección de Acanthamoeba, un microorganismo que se encuentra con facilidad en agua dulce o incluso en lentes de contacto que no han sido bien esterilizadas.

Para que se produzca la infección basta con que la superficie del ojo entre en contacto con el agua infectada. Es así de sencillo, pero tampoco debe cundir la alarma. Millones se personas se dan un chapuzón cada día y sin embargo la incidencia de esta patología es baja.

Si eres una persona usuaria de lentes de contacto es fundamental que respetes la recomendaciones de ópticos y oftalmólogos. Por si no lo sabes, hay bastantes casos de queratitis Acanthamoeba relacionados con un mal uso de las lentillas. Por ejemplo usuarios que decidieron bañarse en la piscina o en un pantano sin quitarse las lentillas, o que llevan días sin esterilizarlas, facilitando la proliferación de bacterias, amebas y otros microorganismos.

Signos de esta infección

Los síntomas de la queratitis acanthamoeba pueden ser similares a los de la queratitis bacteriana o viral. Esto puede dificultar el diagnóstico, la clave está en si los síntomas persisten y empeoran. El paciente puede experimentar dolor ocular intenso, enrojecimiento, sensibilidad a la luz (fotofobia), visión borrosa, sensación de cuerpo extraño en el ojo y lagrimeo excesivo.

Este tipo de queratitis puede tener una evolución peor que una bacteriana o viral. Así que si has sufrido alguna de ellas, te puedes hacer un idea de lo molesto y doloroso que puede resultar. Además para trazar el origen de la infección hay que tener en cuenta que la enfermedad se puede manifestar varios días después de que una persona se haya infectado.

Sin ánimo de generar excesiva preocupación o malestar, debemos tener presente que la queratitis acanthamoeba si no se trata podría causar úlceras corneales y incluso ceguera irreversible. Por tanto, en caso de duda lo mejor es acudir al oftalmólogo.

Prevención: ¿cómo evitar el contagio ocular?

Ahora que conoces los riesgos y los posibles síntomas, veamos cómo prevenir una queratitis acanthamoeba. En realidad no en complicado, como muchas otras infecciones se puede evitar siguiendo unos sencillos hábitos de higiene.

Si usas lentes de contacto es muy importante no bañarse con las lentillas puestas. Si ocurre simplemente debes reemplazarlas o efectuar una correcta esterilización. En general se trata también de mantener una buena higiene, evitar frotarse los ojos. Si es posible, usa gafas de natación cuando te vayas a bañar en pantanos, piscinas, ríos, etc. para reducir riesgo de irritaciones e infecciones.

Tratamiento de la Queratitis por Acanthamoeba

Como hemos comentado, la queratitis por acantamoeba puede ser difícil de diagnosticar ya que al comienzo se parece otras queratitis. Por tanto, es importante visitar a un oftalmólogo si se experimenta cualquiera de los síntomas de la enfermedad. Por suerte, en la actualidad contamos con tratamientos eficaces para frenar la infección con medicamentos que eliminan la ameba de la córnea y al mismo tiempo alivian los síntomas.

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