Queratopatía bullosa o edematosa

En una córnea sana, la capa células endoteliales evitan que el tejido absorba un exceso de líquido, bombeándolo de vuelta al humor acuoso. Cuando estas céculas se ven afectadas por algún motivo, como la distrofia de Fuchs o un traumatismo durante la extracción de cataratas, en endotelio deja de cumplir su función y el líquido se desplaza hacia la parte anterior del ojo provocando la queratopatía bullosa o edematosa.

A continuación te explicamos más en detalle qué es la queratopatía bullosa o edematosa, cuáles son las causas y cómo tratar esta patología ocular.

¿Qué es la queratopatía bullosa o edematosa?

La queratopatía bullosa o edematosa consiste en la alteración corneal causada por la entrada de fluido en la córnea debido a una alteración en el endotelio (capa corneal interna).

Debido a la disfunción del endotelio, se produce una entrada de humor acuoso en el interior de la córnea, especialmente en las capas más superficiales al inicio, formando unas micro-vesículas, ampollas o bullas, que son las que dan nombre a la enfermedad.

Al producirse este edema corneal, la córnea pierde su transparencia, afectando a la visión del paciente.

La enfermedad puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo infecciones, quemaduras, alergias o reacciones a medicamentos y puede afectar tanto a uno como a ambos ojos. Puede resultar muy dolorosa y, en el peor de los escenarios, puede causar ceguera si no se trata de forma adecuada.

Causas de la queratitis queratopatía bullosa o edematosa

Existen varias causas posibles de queratopatía bullosa o edematosa. Estas son algunas de las más comunes:

• Enfermedades o afecciones que dañan la superficie de la córnea, como las quemaduras o la exposición al sol.
• Herpes o la conjuntivitis.
• Enfermedades o afecciones que interrumpen el suministro de sangre a la córnea, como la diabetes.
• Queratitis.
• Trauma ocular, como un golpe en el ojo.
• Cirugía ocular, como la cirugía refractiva o de catarata.
• Uso de lentes de contacto.
• Reacciones alérgicas.
• Uso de ciertos medicamentos, como los corticosteroides.

¿Cómo se puede prevenir el edema de la córnea?

La mejor manera de prevenir el edema corneal es combatiendo aquellas circunstancias que influyen en su aparación.

Si sufres ojo seco, es recomendable utilizar lágrimas artificiales para mantener el ojo hidratado. En cuanto a las personas alérgicas, es recomendable que eviten el contacto con aquello que lo provoca (ácaros, polvo, etc.).

Si utilizas lentes de contacto es importante mantener una buena higiene y cambiarlas con frecuencia.

Además de estos casos, hay varias formas de prevenir el edema de la córnea. Estas incluyen:

• No fumar.
• No permitir que la presión ocular se eleve demasiado.
• No usar esteroides o medicamentos que aumenten la presión ocular.
• Mantener una buena higiene ocular.
• No usar lentes de contacto durante períodos prolongados de tiempo.
• No dañar la córnea de ninguna forma.

Síntomas de la queropatía bullosa o edematosa

El primer síntoma se empiezan a notar por la mañana, principalmente visión borrosa. Ocurre al despertar porque mientras dormimos se evapora menos fluido intracorneal, ya que tenemos los párpados cerrados, esta acumulación hará que la córnea gane espesor y modifique nuestra capacidad para ver nítido.

Esta visión borrosa se mantiene durante el día, además pueden formarse vesículas o bullas corneales. El problema es que si se rompen producen un dolor muy intenso, llegando a producir úlceras si no reciben tratamiento.

Para evitar o reducir las molestias, ante estos síntomas nuestra recomendación es acudir inmediatamente al oftalmólogo.

¿Por qué es importante acudir a un oftalmólogo?

La alteración de la córnea es un motivo muy serio para acudir al médico y comenzar un tratamiento de inmediato, ya que con esta afección la córnea no puede prestar su función habitual de filtración de luz.

Tratamiento de la queratopatía bullosa

El tratamiento de la queratopatía bullosa es el transplante de córnea. Mediante esta cirugía, el oftalmólogo extrae el endotelio dañado y se reemplaza por uno sano. Tras la intervención el paciente debe permanecer en reposo durante varios días para consolidar el transplante. Este transplante se realiza con anestesia local, por lo que no suele requerir ingreso hospitalario.

En la mayoría de los casos se consiguen excelentes resultados, logrando una buena transparencia corneal y una total recuperación de la capacidad visual.

Como en cualquier trasplante hay un margen de riesgos de complicaciones postoperatorias y riesgo de rechazo. No obstante, se produce con muy poca frecuencia incluso en casos de transplante de cornea completo.

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