Miopía nocturna y problemas para conducir

La miopía nocturna es un problema que nos afecta a todos y que sin duda puede mermar nuestra capacidad para conducir de noche. Un reciente informe de la Fundación Alain Afflelou pone de manifiesto que para muchos conductores no es seguro conducir de noche.

Durante los meses de otoño e invierno disfrutamos de menos horas de luz, lo que nos obliga a conducir con menos visibilidad. En tal situación, son muchos los conductores que reconocen tener problemas o que se sienten menos seguros.

Los datos hablan por si solos, puesto que casi la mita de las víctimas mortales por accidente de tráfico se dan por la noche y especialmente en carretera, a pesar de haber menos tráfico.

La miopía nocturna

Muchos lo ignoran, pero debemos ser conscientes que cuando cae la noche perdemos calidad visual de forma natural. Sufrimos lo que se denomina miopía nocturna, un problema que reduce nuestra capacidad visual para ver bien a media y larga distancia.

Otro problema añadido es que perdemos sensibilidad al contraste, lo que dificulta distinguir figuras sobre un fondo poco iluminado. En este caso pueden ser peatones, señales, animales, etcétera. En cifras de accidente, esto se traduce en que casi 3 de cada 4 atropellos se producen por la noche.

Todo esto ocurre porque nuestros ojos, desde el punto de vista evolutivo, aún no están adaptados para este tipo de visión nocturna, por lo que podemos sufrir visión borrosa, deslumbramiento, miopía nocturna, y otra serie de problemas visuales, que se agudizan si además ya de por si tenemos cataratas o glaucoma.