A medida que nos hacemos mayores nuestros ojos también envejecen. Más allá de los cuarenta es una cuestión de tiempo que tengamos problemas para ver bien de cerca. Ante esta situación bastante gente recurre a las gafas de lectura que venden en farmacias y otros establecimientos. Hoy te vamos a dar 10 razones para dejar las gafas de lectura y varias soluciones para tener una buena calidad de visión.

Las presbicia o vista cansada se desarrolla poco a poco, al principio nos basta con alejar un poquito los objetos, forzar un poco la vista o poner más luz. Con el tiempo estas medidas no serán suficientes e incluso nos acaban provocando dolores de cabeza. Leer, coser, manipular el móvil o cualquier cosa pequeña será cada vez más problemático.

Lo que ocurre es que los músculos del ojo se están debilitando y el cristalino está perdiendo flexibilidad. Este proceso de deterioro arranca en la infancia, pero no lo notamos hasta rondar los 40 o 50 años. A esas edades la capacidad de enfocar de nuestros ojos se vuelve insuficiente y cualquier actividad que requiere nuestra visión de cerca será cada vez más difícil.

Las gafas de lectura premontadas no son una buena solución

La presbicia afecta a todo el mundo, tanto a personas que han usado gafas toda su vida por problemas como la miopía, hipermetropía o astigmatismo, como aquellos que jamás han necesitado gafas. Obviamente para los que nunca han usado gafas o lentillas este cambio es un pequeño shock, un toque de atención del tipo “me estoy haciendo viejo”.

Si piensas que las gafas premontadas son tu única solución, te equivocas, de hecho a continuación te damos 10 razones para dejar las gafas de lectura:

  1. Las gafas de lectura usan lentes de baja calidad óptica. En muchos casos se fabrican con materiales plásticos y de poca calidad que producen distorsiones en la visión y nos pueden inducir un astigmatismo.
  2. Unas gafas deben realizarse tras una prescripción y con lentes totalmente personalizadas. Las gafas de lectura premontadas en cambio se fabrican en serie y con tan poco esmero que la graduación puede ser diferente a lo que marca la varilla o pegatina. Poseen lentes monofocales por lo que sólo sirven para ver de cerca y con la misma graduación para ambos ojos.
  3. Las gafas de lectura premontadas se fabrican con parámetros estándar que tampoco tienen en cuenta la distancia entre pupilas de ambos ojos. Esto es un gran problema, sobre todo cuanto mayor es la graduación, ya que el centro de tu pupila probablemente no coincida con el centro óptico de la lente.
  4. Las gafas de lectura son un producto sanitario, en la normativa europea UNE-EN 14139:2010 sobre óptica oftálmica figuran las especificaciones para las gafas premontadas. Sin embargo, en la practica no cuentan con ningún control sanitario y se venden en todo tipo de establecimientos.
  5. La mayoría de gafas de lectura se fabrican fuera de Europa y al margen de la normativa. Muchas ni siquiera llevan el marcado CE ni identifican al fabricante.
  6. Si no conoces tu graduación, no compres unas gafas de lectura pregraduadas. Acude primero a un óptico u oftalmólogo para revisar tu vista, obtener una prescripción y descartar cualquier patología.
  7. Comprar unas gafas de lectura con demasiado aumento puede descontrolar la presbicia. De hecho si las usamos regularmente puede que luego nos sea más difícil adaptarnos a unas gafas progresivas.
  8. No sirven para solucionar otros defectos visuales, por ejemplo a partir de los 55 o 60 años muchas personas comienzan a tener problemas de cataratas. Ninguna gafa o lentilla puede solucionar este problema, la única solución es la cirugía.
  9. Las gafas de lectura sólo están concebidas para usos puntuales. Su uso continuado puede afectar a la salud provocando fatiga, lagrimeo o cefaleas, entre otros problemas.
  10. Los establecimientos que venden gafas de lectura deberían poseer una licencia para la venta de productos sanitarios. Por tanto lo adecuado sería acudir a una óptica para que nos realicen unas gafas que se adapten a nuestras necesidades visuales.

Soluciones para ver bien de cerca cuando tenemos presbicia

Recurrir a las gafas de lectura premontadas es una solución muy arcaica. Invierte un poco en tu salud y disfruta de una mayor calidad de vida. Las soluciones que te recomendamos son:

  1. Corrección óptica: mediante gafas monofocales o progresivas personalizadas o bien lentillas para presbicia.
  2. Operación de presbicia: simplifica tu vida y opérate mediante láser o implante de lentes intraoculares.

Muchos pacientes nos cuentan que tener que usar gafas de lectura o lentillas es un fastidio. Aunque las lleves colgadas al cuello o plegadas en un bolsillo te las tienes que estar poniendo y quitando, o las puedes olvidar en algún lado. Los hay que prueban las lentes de contacto para presbicia, pero algunos sufren molestias o no las pueden usar todo el día. Si es tu caso y buscas una solución más efectiva infórmate sobre la operación de vista cansada.

En las clínicas Vistaláser somos expertos en operar la vista cansada. En la consulta el oftalmólogo evaluará tu salud ocular y estudiará tu caso para determinar cuál es la mejor solución. La cirugía se hace con anestesia local, no duele y es muy rápida. Tras un breve periodo de recuperación podrás volver a disfrutar de una excelente visión sin necesidad de gafas ni lentillas.